Superlativa ingratitud

Primera parte

Tiene el Presidente de EE.UU. el deber, la oportunidad, facultad, posibilidad de saldar la deuda de gratitud pendiente con Cuba, que data desde cuando la criolla población cubana, altruista, contribuyó a la independencia de esa nación.

Por: Lic. Manuel T. Moro Pérez

Foto tomada de Internet.

EE.UU. alcanzó su independencia apoyados por los criollos de la Isla, que ya eran cubanos, (…) que donaron alhajas y dinero en cantidad suficiente como para que el General George Washington ganara la batalla decisiva de la guerra, pusiera preso al ejército adversario y decidiera el curso de los acontecimientos a favor de la independencia de las Trece Colonias.  

 Félix Pita Astudillo

Amplia información, y pormenorizados y corroborados hechos sobre este tema se  encuentran en el artículo del brillante y sagaz periodista (Premio Nacional José Martí), Licenciado Félix Pita Astudillo, publicado en el periódico Granma. Ante la crueldad imperialista, sostenida por la política de persecución y asfixia, con agresiones de toda índole contra nuestro pueblo y la prorrogación de las Regulaciones en 1963 para el Control de los Activos Cubanos, luego de que fuera decretado el genocida y arreciado bloqueo en 1962, que perdura -ya venía precedido de acciones similares- y que también afecta a terceros países y a los propios estadounidenses, debiera reproducirse la citada pieza periodística por asociaciones, instituciones, grupos y otras personas solidarias con Cuba. Al mismo tiempo, honestos realizadores audiovisuales debieran elaborar también trabajos sobre estos hechos que, superlativamente,  los enemigos siguen  ocultando y distorsionando.

Los gobiernos estadounidenses hacen caso omiso a las Resoluciones de la ONU y al derecho internacional;  incumplen con pensamientos, mandatos y exhortaciones de sus fundadores dirigidas a sus sucesores, como las del General en Jefe y  su primer Presidente George Washington: “Observa la buena fe y la justicia hacia todas las naciones.  Cultiva la paz y la armonía con todos. (…) Nada aborrezco más que la ingratitud”. 

Frases como estas debieran interiorizar determinados personeros de ese gobierno que, a diferencia de funcionarios que se inclinan por buenas relaciones comerciales, diplomáticas, de intercambios, en contubernio con lacayos y testaferros actúan presionando a las altas esferas de manera tan satánica, que ingratamente violan normas y acuerdos internacionales sin reciprocidad. Son bien calificados como camarilla sociópata por Noam Chomsky, eminente lingüista, filósofo, politólogo y activista estadounidense de reconocido prestigio internacional. 

Foto tomada de Internet.

Por ejemplo, de nuevo la presidencia de EE.UU. prorrogó la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, espurio instrumento violatorio de derechos humanos y de normas jurídicas; todo ello con difamaciones, subterfugios, animadversión contra Cuba, constantes engaños a sus propios conciudadanos y al mundo. Arrecian contra los que, solidariamente, nos expresan su apoyo, estigmatizan, acosan a nuestros colaboradores con otros pueblos, a todas las personas de buena voluntad que condenan el  bloqueo con más de 60 años e incrementado.

Los enemigos de nuestra nación y del pueblo son seguidores de la nefasta e hipócritamente amañada política trazada por John Quincy Adams acerca del "fatalismo geográfico de Cuba", que concibe la teoría de la fruta madura; es decir, hacerse de la Isla como su "adquisición más interesante", la cual han aplicado en todas las etapas de nuestras luchas, cometiendo al mismo tiempo, a pesar de nuestros gestos altruistas, todo tipo de ataques para alcanzar su anhelado malsano fin "geofásico".

Infinidad de hechos agresivos, intervencionistas, terroristas de todo tipo, violatorios del derecho internacional y de las más elementales normas de convivencia entre los Estados y los pueblos, se inscriben en los intentos colonizadores de EE.UU. contra Cuba y su altruista, abnegada, trabajadora y patriótica población.

Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla. Foto EFE.

Y acerca del mismo, recientemente el Ministro de Relaciones de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, presentó ante la prensa nacional y extranjera la actualización del informe en virtud de la Resolución 75/289 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada Necesidad de poner fin al bloqueo  económico, comercial  y financiero impuesto por Estados Unidos de  América contra Cuba (período agosta 2021-febrero 2022), que el próximo 2 y 3 de noviembre dicha Asamblea considerará por trigésima vez. En la citada presentación ante la prensa, nuestro Canciller, entre otros resaltantes aspectos que abundan al respecto, expresó:

“Cuba tiene derecho a vivir sin bloqueo, tiene derecho a vivir en paz. Cuba estaría mejor sin bloqueo. Todos estarían mejor sin bloqueo. Estados Unidos sería un mejor país sin bloqueo a Cuba. El mundo sería mejor sin el bloqueo contra Cuba. La política del presidente Joseph Biden es lamentable e inercialmente la misma política republicana. No se han introducido cambios en esa política. El bloqueo ha pasado a una calidad agresiva que no había tenido en el pasado. Pese a los anuncios positivos en la dimensión correcta, pero extremadamente limitados, y prácticamente inaplicables, el bloqueo no ha modificado en lo absoluto su alcance ni su profundidad”.

 Continuará