Por: Lic. Manuel Tomás Moro Pérez (*)
El domingo 13 de mayo de 1962, en Ciudad Escolar Libertad, en La Habana, tuvo lugar un hecho trascendental para la naciente Revolución Cubana. Con enorme presencia de las madres de los becados, en simbólica representación de las del país, junto a sus hijos y condiscípulos de escuelas de la Ciudad y territorios adyacentes, se realizó una multitudinaria celebración que ofreció el Gobierno Revolucionario, donde hizo las conclusiones nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien presidió dicha actividad, y les dirigió la palabra. Allí también estuvieron el ministro Educación, Armando Hart Dávalos, el Director Nacional de Becas, Mario Díaz Hernández, otros dirigentes, y demás invitados.
Fotograma de la película cubana Una novia para David (1985), en la que se recrea parte de la vida de los becados de los años 60. Foto tomada de Internet.
Los educandos con pletórica alegría, patriotismo, entre otras manifestaciones, entonaban la marcha de los Becados que en una de sus partes expresa: “…nuestros padres orgullosos nos contemplan, el futuro de los jóvenes, de la Patria, será, los becados de la Cuba Socialista, los becados estudiamos por la paz.”
Tuvo por supuesto muy amplia cobertura de la prensa en general y despertó el interés en nuestro pueblo y en foráneos. Aquella reunión dio a conocer importantes informaciones de la actualidad nacional, del orbe y encauzó consejos, expectativas de beneficios colectivos, personales y familiares, en el desarrollo de Cuba, sus conquistas sociales y sus aportes solidarios.
De forma aleccionadora, perspectiva como de costumbre, entre otros aspectos, Fidel expresó: “Esta concentración, por su magnitud, revela la pujanza de la Revolución, la fuerza de la Revolución, las energías que la Revolución está acumulando para el futuro, los valores que la Revolución está creando para el mañana.”
Veinticuatro horas después de aquel momento se cumpliría un año que en el precedente 1961, el 14 del propio mes de mayo, Día de las Madres, se produjo un encuentro similar en Varadero, internacionalmente afamado polo turístico que fuera ocasionalmente acondicionado como Campamento de capacitación, avituallamiento, recreación, tránsito, cuando la mayoría de esos becarios integraban las decisivas Brigadas Conrado Benítez del Ejército de Alfabetización.
El Comandante en Jefe, artífice de la misma, había solicitado a estudiantes que, por valles, montañas, mares e inhóspitos sitios, pese a los obstáculos y agresiones criminales, terroristas de todo tipo incluyendo la mercenaria invasión y el iniciado bloqueo, llevaran con heroicidad, humanismo, la luz de la enseñanza, la cultura en general, alianza de la ciudad con el campo aprendiendo mutuamente con fortalecida amistad una nueva vida, erradicando la ignorancia a conciudadanos que antes del triunfo de la Revolución no lo podían alcanzar, disfrutar, al ser subyugados por las nefastas prácticas explotadoras capitalistas
El surgimiento del amplio y extraordinario otorgamiento de 100,000 becas gratuitas como otras anteriores y posteriormente, así como distintos servicios ofrecidos gracias a nuestro sistema socialista, fue el 22 de diciembre del propio 1961, en el acto central de la victoria al proclamarse a Cuba territorio libre de analfabetismo donde jubilosamente, llenos de orgullo por tan rotundo éxito obtenido que Fidel pronosticara, estos beneficiarios repetían y demás participantes también lo hicimos, el himno Cumplimos que finaliza: “… ¡Fidel, Fidel! ¡Dinos qué otra cosa tenemos que hacer! ¡Siempre cumpliremos con nuestro deber!
Y el máximo líder detalló: “Ya hemos liquidado el analfabetismo, pues bien: ¡Ahora tenemos que seguir! En primer lugar, la campaña de seguimiento que tendrán que realizar maestros y trabajadores de la enseñanza. Pero la tarea más importante de ustedes…¡ah!, pues lo voy a decir: tenemos necesidad de que los 100,000 brigadistas se hagan técnicos, se gradúen en los institutos, se hagan profesores de idioma, se hagan ingenieros, se hagan médicos, se hagan economistas, se hagan arquitectos, se hagan pedagogos, se hagan técnicos especializados.”
Y agregaba: “La Revolución después de haberles pedido el esfuerzo que han hecho en la alfabetización, después de haberles pedido que llevaran por valles y montañas la enseñanza, ahora les pide…” “… que se hagan maestros, que se hagan instructores de arte, que se hagan artistas, que se hagan profesores.”
Para atender la organización y ejecución de tan magno plan educativo, encargado en ese instante a integrantes de la CNA por la experiencia que poseíamos de haber estado atendiendo a esos jóvenes, surgió la Dirección Nacional de Becas (DNB) del MINED. Y de inmediato ese mismo día se iniciaron las tareas para preparar el urgente recibimiento y servicios generales a los flamantes becados convocados por Fidel.
Foto tomada de Internet.
Al iniciarse 1962 comenzaron sus actividades docentes y extracurriculares, a cuyo aniversario 60 arribamos, disponiendo para ello de confortables albergues, comedores, cafeterías, renombrados centros educacionales con bibliotecas bien dotadas, instalaciones deportivas, círculos sociales, teatros, cines, playas, visitas dirigidas a museos, conciertos, recitales, actividades varias y otras actividades de interés.
También se incluían la atención en postas médicas, de la cruz roja, salvavidas y hospitales con sus planes preventivos de salud y chequeos médicos. Se creó por cadenas nacionales en la TV un programa quincenal de competencias de conocimientos, con carácter emulativo interplanteles, entre provincias, por niveles de enseñanza y especialidades, y otro de Radio, musical informativo, de lunes a viernes, ambos con muy buena aceptación y utilidad.
Estuvo todo al cuidado de muy eficientes directores, administradores, profesores, entrenadores, guías, grupo de atención diferenciada para casos especiales, las muy recordadas y queridas “tías”, excelentemente seleccionadas y provenientes de la abnegada labor de la FMC, acompañantes en servicios y cuidados en los albergues. En este así como en otros aspectos, al igual que lo hicieran durante la alfabetización, se contó permanentemente con el entusiasta apoyo de las capaces y prestigiosas heroínas Celia Sánchez, Haydee Santamaría, Melba Hernández y Vilma Espín.
Con estos aseguramientos y la correcta práctica de sus interiorizadas normas de estudio, convivencia y comunicación sistemática con padres o tutores, higiene, epidemiología, cuidado de los recursos a su disposición, fraternales, respetuosos, activos en labores productivas, actividades patrióticas y solidarios, estos jóvenes fueron los iniciadores y formadores de la rica cantera de profesionales y técnicos que hoy tiene nuestro país.
Sin dudas, su proceder se constata en excelentes, eminentes profesionales y técnicos en disímiles especialidades en todos los frentes, en el humanista aporte internacionalista, en logros reconocidos universalmente como nuestras vacunas, las tecnologías, la producción artísticas y literarias. Esos creadores expresan públicamente su orgullo y su satisfacción por los recuerdos de la superación desde el preescolar y la gratitud por haberse podido beneficiar de ello. El alcance es hoy bien cercano porque llega a lo más hondo, a lo espiritual.
Foto tomada de Internet.
Estos hombres y mujeres han ratificado la herencia que les dejaron sus padres y madres, los 100,000 becarios de 1962, que dieron el impulso crucial a la cultura, la economía, el deporte, la ciencia…, en fin, a nuestra sociedad. Resulta significativo patentizar además que este cúmulo de oportunidades, no ha sido privativo para los cubanos, otros pueblos hermanos también han sido beneficiados, inclusive estadounidenses, que reconocen nuestro aporte, altruismo de solidaria cooperación humanista e internacionalista, a pesar de las mantenidas agresiones terroristas y criminales, que desde hace más de 60 años, han arreciado el demencial bloqueo económico, comercial y financiero de los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos y sus satánicas y desvergonzadas campañas difamatorias contra nuestro país.
(*) Lic. en Periodismo, Locutor, Director-Realizador en medios audiovisuales, testigo de excepción del grupo organizador y como conductor del acto central del 22 de diciembre de 1961, ejecutivo de la CNA, DNB, MINED, respectivamente en las Sección de Propaganda-Publicaciones, Divulgación, Relaciones Públicas.
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