Según se cuenta, la novela Jardín, de Dulce María Loynaz, se mantuvo guardada bajo llave durante un buen tiempo. Fue el empeño de María Teresa Aranda de Echeverría, fundadora de la sociedad de Artes y Letras Cubanas, el que facilití que el texto se mecanografiara y entregara a Aida Cuellar de Valdés de la Paz, quien escribiera en 1950 el primer ensayo sobre el libro. Llevó por título Ala y raíz en el Jardín de Dulce María Loynaz. El periodista Arian Laverdeza Reyes reporta que esta novela forma parte de las propuestas literarias de la Librería En Marcha con Fidelpara losmanatienses. Sin dudas una excelente oportunidad de acercarse a la creación de una de las más encumbradas figuras de las letras hispanoamericanas.
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